Juguete del sexo anal
Definición
Definición - ¿Qué significa Juguete del sexo anal significa?
Los juguetes sexuales anales son una clase de juguetes diseñados para estimular las regiones anales de usuarios masculinos o femeninos. Estos juguetes suelen presentar bolas o elementos esféricos para estimular las zonas erógenas dentro del ano. También suelen tener una base acampanada para garantizar que no se desplacen demasiado por el recto.
Los juguetes sexuales anales se pueden usar durante el juego en solitario o en interacciones sexuales con una o más parejas.
Kinkly explica Juguete del sexo anal
Los tapones y cuentas anales son los tipos más comunes de juguetes anales. Los tapones a tope son comunes para los principiantes, ya que son fáciles de usar. Se recomienda que los recién llegados al juego anal usen un juguete pequeño, como un tapón pequeño, un huevo anal o un vibrador de bala, para acostumbrarse a la sensación de tener un objeto extraño en su paso anal. Una vez que esto es cómodo, muchas personas disfrutan jugando con juguetes más grandes e intensos como consoladores, masajeadores de próstata, vibradores anales o bolas anales.
Antes de insertar un juguete anal, es importante relajar el cuerpo y los músculos, especialmente los que están alrededor del ano. Puede tomar práctica y paciencia aprender a relajar estos músculos.
Si bien los consoladores anales y los vibradores se parecen a los que se usan en la vagina, son mucho más cortos para evitar perforaciones en el intestino delgado. Es importante considerar esto cuidadosamente al usar juguetes destinados al juego vaginal en la cavidad anal.
Los juguetes anales pueden ser utilizados por parejas heterosexuales y homosexuales. Algunos juguetes anales, conocidos como cinturones, incluso pueden ser usados por una mujer alrededor de su cintura para que pueda penetrar analmente a un compañero masculino o femenino.
Los juguetes sexuales anales generalmente se usan con lubricante anal, lo que hace que la inserción sea más cómoda y minimiza los riesgos de desgarro. Los expertos también recomiendan usarlos con un condón, especialmente si se comparten entre las parejas, para que sean más higiénicos y evitar la propagación de enfermedades o infecciones de transmisión sexual. También deben lavarse con agua tibia y jabón después de cada uso.